
No me ignores,
porque soy la primera y la última.
Yo soy la respetada y la desdeñada.
Soy la prostituta y la mujer sagrada.
Yo soy la esposa y la virgen.
Yo soy la madre y la hija.
Soy los miembros de mi hija.
Soy la estéril, pero muchos son los hijos.
Yo soy la de la gran boda,
pero no he tomado marido.
Soy el silencio incomprensible,
y la idea que se recuerda con frecuencia.
Soy la voz de múltiple heridas,
y la palabra con muchas apariencias.
Soy el murmullo de mi nombre.
Yo soy vergüenza y osadía,
no tengo vergüenza y estoy avergonzada.
Soy fuerza y soy miedo.
Yo soy la guerra y la paz.
Préstame atención.
Yo soy la infortunada y la mujer magna.
Yo soy la mujer...
Anónima.
Este poema me lo regaló una mujer maravillosa a la que quiero mucho. Ella lo recordó mientras yo le intentaba cantar de memoria un escrito que se encuentra más abajo de estas líneas.
Es deslumbrante vivir en esta verdad, en esta abundancia, y encontrarme con otras mujeres y hombres que sienten esta confianza que estoy sintiendo ahora...que me dice que todo está bien, ¡qué todo estará bien!
Personas, que hablan desde el centro del misterio, el centro del universo, que es amor.
Por eso me relajo, porque me siento en el lugar correcto, en el momento correcto, haciendo lo correcto...Esto no acaba aquí, pero por fin me he conquistado a mí misma y me tengo para siempre...
1 Comments:
es de Isabel Allende amiga,precioso poema
Post a Comment
<< Home