De pronto desperté y me di cuenta que ya no tenía ganas de ir al colegio…
Cómo quisiera retroceder el tiempo!
Y decirte eso que no te dije, o que quizás te dije mientras me burlaba de lo que decía.
Volver a reírme en tus ojos y contarte historias de mi vida, mezclando señales confusas entre amor y amistad.
Qué pasa si me subo al bus y me muero y no me permití quererte
Al menos probar que tanto te puedo llegar a querer
Por qué no darle la oportunidad a lo espontaneo,
No a ese instante impulsivo en que te robo un beso
Sino a la quietud de permitirme mirarte, dejarme llevar por la sonrisa y lo cotidiano
Qué pasa cuando suelto el control de las cosas, cuando abandono el rol de la autosuficiente
Y me hago una simple mujer de clase media, que necesita y se entrega.
Sé que no voy a morir de amor, este no es el tiempo de lo imposible.
Todo lo que no hare será una construcción de mi cabeza, de cómo llegue a conciliar lo razonable con lo que me emociona.
Me siento atrapada por mi propio miedo a no ser suficiente y no tener la libertad de expresar sutilmente el hilo de mi encanto.
Sé que ayer se fue, pero hoy también tejí al revés y mañana seré torpe para empezar.
Quiero invitarte a nuestro encuentro primitivo, cuando cómplices arrancábamos de la niña que te seguía, y nos confesábamos el mutuo placer de compartir y conversar.
Antes de los besos, cuando todo era cuenta regresiva…
Para volver a no saber nada, a dudar de todo y soñar con lo que vendría.
Cómo quisiera retroceder el tiempo!
Y decirte eso que no te dije, o que quizás te dije mientras me burlaba de lo que decía.
Volver a reírme en tus ojos y contarte historias de mi vida, mezclando señales confusas entre amor y amistad.
Qué pasa si me subo al bus y me muero y no me permití quererte
Al menos probar que tanto te puedo llegar a querer
Por qué no darle la oportunidad a lo espontaneo,
No a ese instante impulsivo en que te robo un beso
Sino a la quietud de permitirme mirarte, dejarme llevar por la sonrisa y lo cotidiano
Qué pasa cuando suelto el control de las cosas, cuando abandono el rol de la autosuficiente
Y me hago una simple mujer de clase media, que necesita y se entrega.
Sé que no voy a morir de amor, este no es el tiempo de lo imposible.
Todo lo que no hare será una construcción de mi cabeza, de cómo llegue a conciliar lo razonable con lo que me emociona.
Me siento atrapada por mi propio miedo a no ser suficiente y no tener la libertad de expresar sutilmente el hilo de mi encanto.
Sé que ayer se fue, pero hoy también tejí al revés y mañana seré torpe para empezar.
Quiero invitarte a nuestro encuentro primitivo, cuando cómplices arrancábamos de la niña que te seguía, y nos confesábamos el mutuo placer de compartir y conversar.
Antes de los besos, cuando todo era cuenta regresiva…
Para volver a no saber nada, a dudar de todo y soñar con lo que vendría.
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