Wednesday, April 05, 2006



Hoy

Me sumerjo en aguas verde bosque
y mis dedos raíces van des-en-re-dándose abiertos a recibir.
Se acercan curiosos escarabajos, peces y larvas a acurrucarse en mis pliegues…
y de esa manera voy formando y entregando huecos para que ellos se alimenten de lo antiguo, de las células siglos dormidas.
Cambio de piel como los que viven a ras de suelo.
Cambio de piel por una que se adapte mejor al viento, cual papel mariposa.

En mi corazón se atora un musgo,
y cuando creía que el remedio era bombear con más fuerza,
Siento sin querer la gracia de un suspiro.

Inhalo, exhalo, cultivo burbujas bajo lo húmedo
que me envuelve.

Aquí, todo se abraza
nada es ajeno
mi cabello danza
y la melodía que acuna: flauta encantada, ya es abono para mis amigos.
Sólo quedan ecos hechos anillos, resortes de agua.

Gracias a todo lo que hay entre, que ayer pintaba de azul y hoy de-velo,
me he reconocido.
Y no hay crueldad en el gesto,
hay revoluciones: giros resplandores,
que me enseñan lo que fui
y lo que en seda he tejido.