Tuesday, September 29, 2009

Leer el lenguaje corporal de una persona...

Se atreve mientras esté en público, mientras esté protegido por las circunstancias. Desde ahí en adelante se hace el hueón.

Después de ese momento yo tengo que hacer el show de que no lo miro, para que no acentúe su incomodidad. Y la verdad es que mi lenguaje corporal hasta ese momento era una invitación. Pero desde que retuerce la espalda y construye su discurso latero, a mi ya también me da lata pescarlo.

Y otras veces es completamente distinto, y es él el que busca hacerme reír, y me mira mientras explica su trabajo entre los compañeros.

Me da lata enfrentarlo con la verdad, con una pregunta, porque veo su cuerpo estirarse hacia atrás y la frase “ale que eres cuática”. Si es cierto, yo pregunto, pero si él se siente acosado, es porque el invitó antes a eso, él fue el que coqueteó.

Ninguno es tan torpe e inocente, para actuar con poca iniciativa, sin algo de vuelo.

Pero qué hay después con hacerse responsable de eso. Es que ese es el punto de la cuestión. Me confunde que de pronto haya una invitación a la conversación, a la risa y al momento siguiente el tipo se chupe completo. Por qué no puede ser más claro en lo que él quiere y ¿cómo puede decir que lo acosan las mujeres?, si es él el que va haciendo la invitación. Se supone que nosotras somos las que usamos ese recurso, pero a mí me parece tan penca, tan vil cuando se usa mucho tiempo esa capacidad.

Y claro, me pilla en mi peor momento, cuando estoy en el lugar menos apropiado para conocer alguien que me llame la atención. Porque de lunes a viernes me siento en el casino mirando un desfile de jóvenes pasearse para comprar un café y ninguno me parece atractivo, nadie es enigmático, nadie camina de una forma particular, ni invita a dialogar. Y no es que yo tenga los sentidos cazados por una sola persona, sino es que el prototipo de personaje que me atrae tiene que ver con el establecimiento de una atmósfera, por eso me gustan los artistoides porteños, tienen como un aura de pensador y de buen amigo.

Aquí nadie tiene pinta de buen amigo, y la verdad ese es cómo mi parámetro: un lenguaje corporal que invite a la conversación. Esas personas que le preguntan a la señora del casino “hola cómo está” o al contrario, son torpes y se disculpan por serlo. Acá las personas se creen la muerte, si tienen estilo, sus movimientos denotan distancia y pseudo seguridad, o quizás no tienen ninguno de esos atributos, pero tienen ese comportamiento escolarizado, con las manos en los bolsillos. Lo cierto es que yo me junto con estos segundos, porque en grupo se sienten más atrevidos. Se burlan entre ellos identificándose o individualizándose respecto al resto. “Somos distintos, no somos cuicos, pero somos buenos”.

Descanso la vista tras la ventana y leo en grandes tipografías junto al mural universitario: “Mi desafío es verte llegar después de mí” y me sonrío. Esos son los valores que mueven sus músculos, su lenguaje corporal.

Este tipo ha sido exitoso en tantos sentidos y cree que por su esfuerzo, este éxito lo seguirá acompañando durante su tránsito por estas aulas. Se salvará, pasará todos los ramos, porque de cierta manera es justo, se lo merece. Pero yo me pregunto dónde cabe la vida acá, dónde cabe el crecer con otros, dónde cabe el dejarse llevar, el dejarse atravesar y decir:

“¡Sí, he sido derrotado!”

Wednesday, September 09, 2009



"Todo consiste en llegar hasta el justo término y después, dar a luz.Dejar que se complete cada impresión y madure cada germen de un sentimiento,en lo oscuro, en lo inexpresable, en lo inconsciente e inasequible para el propio entendimiento. Aguarde con profunda humildad y paciencia la hora en que ha de nacer una nueva claridad. Vivir como artista es sólo eso, tanto cuando se trata de lo intelectual como de lo creativo."
Rainer Maria Rilke

Limpié toda mi habitación, para poder manifestar este dolor.
Es que imagino la escena donde le sonríes, dices su nombre, y la besas en la mejilla.
Me entierro una daga en el costado!
Imagino los roces y luego al escuchar la defensa que haces en su ausencia, ya te veo cazado por su simpatía. Ella lo logró, hizo que olvidaras el abuso, porque es una mujer.
No la desacredito, tiene ese poder, ese talento para involucrarte con sus ojos inocentes, que velan el interés, la ninfomanía de ser deseada.
Cómo no sabe y no es sincera para mirarse en su propio espejo, se mira en el de los hombres…
Yo entre mil reflejos, he dibujado cientos de autoretratos y soy fiel a mi posición,
no me mezclo con lo que me parece indigno.
Por eso soy antipática, por eso tengo un rebelde adentro…porque las cosas me atraviesan, y me conmueven.
Me protege de esa condición, la distancia y luchar por la nobleza de los gestos.
Qué eso me hace solitaria, es cierto.
Qué eso me vuelve una celosa, que vierte sus penas en letras, es cierto.
Limpié mi habitación, porque es una manera de lavar mi alma.
Te quiero, eres la epifanía de lo incierto.
Lo acepto.
Pero eso no me robará mi refugio, mi intimidad y el respeto.
¿Qué soy una orgullosa? ¡Sí, monstruo presuntuoso y lisonjero!
Yo me derrito en una mirada tuya,
Me sonrojo en tú sonrisa cómplice.
Cobarde, disimulo frente al público.
Pero no te puedo dar nada que no quieras recibir.
Tú no ves otra cosa que la que digo.
No ves el entre medio que hay entre las cosas.
Y ese es el vacío donde yo habito.

Wednesday, September 02, 2009


Anónimos

Es de noche y los cerezos como fósforos iluminan
Lo que ha sido vedado para los transeúntes y el sol del medio día.
Momento a momento la calle se va haciendo guía,
trazando los mapas de mi propia biografía.
Robándole con besos el anonimato que ella discreta anima.

Encontrarnos en sus anchos no lleva cartas, acuerdos, ni caligrafía.
Tampoco lleva elogios, ni cortesías.
Confieso que sólo ahora adivino el mensaje cursi de la noche cuando
Marte y la Luna se alinean.

Y cerrando mis dedos en lo abierto de los suyos,
lo invito a escaparnos de sonámbulos vigías
y aquellos otros, que curiosos se avecinan.
Porque somos dos callejeros perdidos en la encrucijada de su avenida,
sorteando la odisea de su propia geografía.

Esta noche de sirenas, ajenos a todas las referencias fijas.
Dos fugitivos de las promesas, rozándose sin medidas.

Pero a la mañana siguiente idénticos, sin buscar unir los días,
olvidamos el íntimo recorrido al domicilio de la caricia.
Héroes vagabundos
en
su
propia
letanía…