Thursday, March 29, 2007


Y abiertamente consagré mi corazón a la tierra
grave y doliente, y confrecuencia, en la noche
sagrada, le prometí que la amaría fielmente
hasta la muerte, sin temor, con su pesada carga
de fatalidad, y que no despreciaría ninguno de sus
enigmas. Así me ligué a ella con un lazo mortal.
Hölderin: La muerte de Empédocles.